TECNOLOGIA Y MEDIO AMBIENTE

Conflictos entre leones, elefantes y humanos

Los elefantes africanos de bosque (Loxodonta cyclotis) y de sabana (Loxodonta africana) han sido clasificados recientemente como especies en peligro crítico y en peligro, respectivamente, en la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), mientras que los leones africanos (Panthera leo) están clasificados como vulnerables.

“Los mamíferos de gran tamaño, como leones y elefantes, están amenazados por la continua pérdida de hábitat, la caza insostenible y los conflictos con el ser humano”, destaca a SINC Enrico Di Minin, director del Laboratorio de Ciencias de la Conservación Interdisciplinaria de la Universidad de Helsinki, Finlandia.

Entre los principales peligros destaca la mayor proximidad de los seres humanos a la fauna salvaje, lo que incrementa los riesgos para personas, ganado y cultivos. “Los conflictos entre personas y animales incluyen lesiones y muertes humanas, daños económicos directos e indirectos a los cultivos, el ganado y las propiedades, inseguridad alimentaria y disminución del bienestar psicológico”, añade el científico.

Leones y elefantes amenazados por la actividad humana

Pero las actividades humanas son también las que más amenazan a estos animales, que se aventuran fuera de las zonas protegidas. “Normalmente son conflictos con la población local que defiende su ganado y sus cultivos de los elefantes y los leones. También hay casos de leones devoradores de hombres que entran en los pueblos y atacan a la población local”, recalca Di Minin.

En total, según un estudio publicado en la revista Nature Communications y que ha liderado Di Minin, elefantes y leones matan cada año a docenas o cientos de personas, pero estos emblemáticos y amenazados animales sufren represalias en respuesta a las pérdidas humanas, de ganado y por los daños en las cosechas.

Debido a estos conflictos, el equipo de científicos ha identificado las zonas con mayor riesgo de encuentros entre fauna y humanos en África y ha calculado el rendimiento de la inversión asociada a la construcción y el mantenimiento de vallas de alta calidad, que se utilizan para reducir los conflictos y que proponen como posible solución.

Los resultados revelan que la presión humana sobre los elefantes y los leones es extremadamente alta. “Descubrimos que el 82% de los lugares que contienen leones y elefantes en África son adyacentes a zonas con una presión humana considerable”, dice Di Minin.

Cómo mitigar los riesgos

Según el investigador, las zonas con grave riesgo de conflicto –las que tienen una alta densidad de humanos, cultivos y ganado– comprenden el 9% del perímetro de las áreas de distribución (entre 10.000 y 12.000 km) de estas especies y se encuentran en 18 países.

Estos albergan, respectivamente, cerca del 74% y el 41% de las poblaciones de leones y elefantes africanos y son importantes para su conservación. “También descubrimos que las zonas con alto riesgo de conflicto se encuentran especialmente en África oriental y occidental, continúa.

Entre las estrategias para mitigar los encuentros, los científicos destacan que el despliegue de vallas de mitigación de alta calidad entre las zonas de distribución de los animales demuestran ser eficaces en varios países para reducir los conflictos entre personas y fauna salvaje. Sin embargo, son muy caras de construir y de mantener.

Por este motivo, el equipo analizó el efecto de las vallas ya instaladas con éxito en varios países, donde además los presupuestos de conservación eran adecuados, y valoró su rentabilidad. “La instalación y mantenimiento de las vallas de mitigación probablemente proporcionarían un rendimiento neto de la inversión en los 18 países con áreas en grave riesgo de conflicto”, subraya Di Minin.

Vallas de mitigación

TanzaniaEtiopía y Kenia serían los países en los que las inversiones en vallas de mitigación alrededor de las áreas de distribución de leones y animales serían más rentables en términos de reducción de la pérdida de ganado y de daños a los cultivos, a la vez que contribuyen a la conservación de estos animales amenazados.

Los investigadores destacan además que es necesario evitar una mayor fragmentación del hábitat de las especies migratorias, así como considerar los valores, preferencias y motivaciones de la población local antes de construir vallas de mitigación. Estas estrategias son importantes porque “la presión humana aumentará en el futuro, ya que África experimentará un crecimiento muy alto de la población humana a finales de siglo”, concluye Di Minin.

Fuente: Adeline Marcos / Agencia SINC,

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